750. Un cuento para ilustrar esta historia.

Idea principal.

Tras dos programas donde he ido recibiendo comentarios de los podcast oyentes, desde “eso que dices me pasó ayer”, hasta reflexiones donde lo importante es “no hay nada escrito ni controlado, todo es puro aprendizaje constante, la vida es caerse y levantarse”.

Había una vez un príncpie que tenía varios reinos. Un buen día decidió poner a sus ministros al frente de cada uno de ellos y ver cómo evolucionaban las cosas.

El primero planeó unas reformas en todos los edificios de todas las ciudades y pueblos para que tuvieran una mejor vivienda.

El segundo se preocupó de que cada persona pudiera comer cada día lo necesario para poder vivir y trabajar.

El tercero realizó unos planos donde realizar unas ciudades más limpias, comunicadas y ordenadas.

Al cabo de un año, el rey se presentó en cada uno de los reinos a ver cómo estaban.

En el primero, vio que las reformas se había llevado a cabo y los edificios viejos estaban restaurados, se habían demolido los que estaban en ruinas y todos los habitantes se habían beneficiado de ello.

En el segundo, comprobó que la salud de la gente había mejorado gracias a la alimentación, que la gente estaba muy contenta y que reinaba una paz por todos lados.

En el tercero pudo comprobar que las nuevas ciudades se iban construyendo, que iban tomando forma. Que conociendo sus habitantes las mejoras de los reinos vecinos existía en el ambiente una tensión difícil de mantener,

En muchas ocasiones, lo bonito, lo espectacular, lo realmente vistoso ocupa lugar en lo útil, lo práctico, lo realmente necesario. Vivimos en el mundo de la imagen, una imagen que siempre ha estado ahí para poder ser ostentosa ante el gran público. Que vence a las simples necesidades del día a día y que deslumbra ante todos. Que no deja brillar a las personas a través del tiempo pero que luce con fuerza durante unos días.

Te animo a que pongas tu comentario:

656. Etapas y evolución: el cuento de la oveja y el tigre.

Idea principal:

La vida son etapas de descubrimiento de las posibilidades de uno mismo.

A medida que avanza el tiempo nos vamos dando cuenta y siendo conscientes de qué nos desprendemos y qué vamos adquiriendo.

Ideas secundaria:

Decían los sufíes que en el mundo existían tigres y ovejas. Las ovejas siempre estaban juntas, en rebaño. Se movía casi a impulsos, lo que hacía una lo hacían las demás.
Un día una tigresa tenía hambre así que se dirigió al rebaño a cazar. Tuvo la mala suerte de que al lanzarse sobre la oveja se clavó una estaca. Y murió. Esta tigresa estaba preñada y su cachorro vio la luz en el seno de un rebaño de ovejas. Y así fue como se crió el cachorro de tigre en medio de las ovejas.
Creyéndose él mismo también una oveja.
Haciendo lo que hacían las ovejas: comer hierba.
Ir donde iban las demás.
Y también balar.
Con un extraño tipo de balido, pero al fin y al cabo balido.
E ignorando su verdadera naturaleza de tigre.
Ya en la adolescencia el tigre empieza físicamente a destacar en el rebaño.
Se le ve desde la distancia.

Desde una colina un tigre adulto lo ve en medio del rebaño. Y conocedor de la verdadera naturaleza del tigre joven va hacia el rebaño: atrapa una oveja y coge también al tigre adolescente que creyéndose oveja presagia que va a morir. El tigre adulto lleva al tigre joven junto a un lago. Y allí le da a probar la carne de oveja cazada.
Al principio muestra rechazo.
Pero luego comienza a tomar consciencia de que aquello no le disgusta.
Después le hace mirarse en el lago; y el tigre joven empieza a percibir su verdadero ser. Empezar a percibirse.
Así entra en contacto con sensaciones de ser quien es.
El tigre adulto le pide que ruja.
Y aunque al principio le cuesta, porque siempre ha balado, hay un momento en el que el tigre joven ruge de verdad.

Os animo a que dejéis vuestros comentarios.

520. El cuento del rey triste y el viejo sabio.

Sí, por muy poderoso que sea un rey puede que esté triste, que no encuentre sentido a su cargo. Os invito hacer una pequeña reflexión a partir de la historia.