693. Saber «parar la mente»: un cuento para reflexionar.

Idea principal::

Os propongo realizar un viaje especial,

La idea es que para que la mente nos haga caso, para que podamos domesticarla, necesitamos algo de ejercicio y disciplina. Cuando de pequeños nos ponían unas normas eran, en principio, para que las interiorizarlas, es decir, para que fueran parte de nosotros, ese aprendizaje. Muchas veces nos rebelábamos y no queríamos estudiar. Luego, nos calmábamos y se estudiaba lo que se podía. Hoy en día es necesario repetir dicho proceso en momentos en que nuestra mente se rebela como un niño como cuando nosotros no queríamos aprender o estudiar más.

Ideas de apoyo:

– Imagina la mente como un pequeño león o un cachorro de tigre. Un cachorro que investiga, que busca, que quiere comer cada dos por tres, que se pelea con pequeños roedores en un entrenamiento que le llevará a cazar animales más grandes en el futuro.

– al principio se entretiene con cualquier cosa, con una mariposa, con un pequeño gusano, con un puerco espín, con un pájaro. Va aprendiendo las reacciones, los peligros, las sorpresas que el día a día le va dejando.

– a medida que crece ya tiene integrados la mayoría de conocimientos que le ayudarán a sobrevivir en la selva, a saber cómo reacciona cada uno. Además sabe las reglas para poder pertenecer a su grupo social de congéneres. A buscar pareja incluso y a tener descendencia que a su vez, volverá a repetir el proceso.

– cuando se hace adulto, este tigre va por comida, va a la caza, es decir, no anda con distracciones ni experimentos. Simplemente se concentra en su presa, una pequeña cebra o una gacela malherida. Ya sea en grupo o en solitario, empieza su acecho, su carrera y su ataque final.

  • Este punto de visceralidad animal es el que en ocasiones necesitamos para poder liberar a nuestra mente de las distracciones infantiles que la atan. Tenermos demasiada información en el cerebro, en nuestra mente.
  • Necesitamos ser «animales» y aprender a concentrarnos en lo que queremos conseguir.

¿Sois capaces de mantener la concentración durante media hora en alguna cosa? ¿O solamente cinco minutos porque ya tengo ganas de mirar el móvil?

Esta capacidad de concentración es totalmente necesaria para educar nuestra mente,

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¿Cómo lo ves?

692. Saber «parar la mente»: 5 consejos

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Si anteriormente dedicamos una semana a hablar de preguntas, otra hemos hablado de la espera, hoy volvemos a un tema recurrente que es el aprender a parar la mente.

Os ofrezco cinco consejos que os pueden ayudar de forma puntual a poder parar los pensamientos que nos agobian, que nos amenazan, que están ahí constantemente machacando

Ideas de apoyo:

  • Respiración.
    • Respiración consciente, o bien,
    • Aguantar la respiración, simplemente.
  • Mover las caderas, bailar, asociarlo a un hábito como cocinar (puedes cocinar e ir bailando al mismo tiempo, sí).
  • Repetir mantras, frases, palabras que os ayuden a concentrar vuestro objetivo. Desde el típico Ohm hasta una poesía o un concepto, como confianza.
  • Ser autoritario contigo mismo, mandarte callar como se lo dirías a un niño, pero en este caso es a tus pensamientos que eres capaz de sobreponerte y con energía y contundencia buscar el silencio.

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¿Cómo lo ves?