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Idea principal::
Lo que comemos no sólo entra por nuestra boca sino que pasa a nuestro estómago, se transforma y después, tras varios procesos, pasa a los intestinos donde se absorben las sustancias necesarias para la vida.
Ideas de apoyo:
- Hay un paralelismo importante entre lo que vivimos y lo que comemos y cómo lo transformamos. Es decir, es preciso mirar si ambos tienen un paralelismo en nuestras vidas.
- Cuidar la alimentación como cuidamos nuestro ritmo de vida. Es muy importante que así como no nos gustan las aglomeraciones, los grandes tumultos, etc. es posible que las comidas de celebración, las fiestas donde se come de forma desordenada, nos sienten como una patada en el estómago.
- Una gran parte de los sentimientos que sentimos los sentimos en nuestro sistema digestivo. El miedo, el asco, la incapacidad para hablar en un momento dado, la amenaza, el enamoramiento, son sentimientos que fácilmente los vamos a sentir en nuestro tubito digestivo.
- También hay un proceso importante a tener en cuenta. Si tenemos el estómago lleno nos podemos sentir como mas protegidos energéticamente ante los avatares de la vida. El tener el estómago lleno da una sensación como de mayor seguridad, con las consecuencias que puede atraer.
- No nos engañemos: la alta sensibilidad y la sensación de ansiedad pueden ir fácilmente juntas, así como la tensión continuada. Será necesario hacer un buen chequeo de cómo va nuestro cuerpo y a partir de aquí, ver hasta qué punto hay un equilibrio, una armonía en nuestras vidas, como decíamos hace 15 días en la semana dedicada a la harmonía.
- Si hay ingesta impulsiva por ansiedad, es complicado regularlo con una dieta. Y al contrario, si comemos mal, nuestra sensibilidad se verá afectada y por tanto, puede aparecer más fácilmente la ansiedad.
- Disfrutar de la comida, disfrutar de compartir una comida, disfrutar de cocinar una comida, disfrutar de comer solo, disfrutar de una sobremesa. Disfrutar, ese verbo al que las personas de alta sensibilidad en ocasiones nos cuesta tener acceso. Sentir es recibir y asimilar. Comer es recibir alimentos y asimilarlos. Cantidad no es calidad, rapidez no es calidad. Sabores apetitosos no tiene por qué ser calidad. Calidad en el comer es calidad en cómo nos sientan esas comidas y cómo disfrutamos cocinándolas y saboreándolas.
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