599. Preguntas para reflexionar…


Photo by Olya Kobruseva on Pexels.com

Mirad, hoy el programa va a ser diferente. Vamos a seguir el método socrático de las preguntas. Os voy a formular preguntas y no voy a dar ninguna respuesta. 


A lo mejor la mayoría de las preguntas que os hago no os mueven nada por dentro. Pero a lo mejor hay alguna pregunta que sí que puede dar en el clavo. 


Por cada pregunta clave que os resuene debe haber respuestas. Incluso vale el “NO SÉ”. Y de cada respuesta es preciso que haya consecuencias, unas acciones, algo que no tiene por qué ser inmediato pero que sí puedo darle vueltas yo mismo, consultarlo con tu terapeuta, escribirlo en tu diario.


¿Te tratas a ti mismo como tratas a los demás? Acaso eres mucho más crítico, exigente o culpabilizados a ti mismo que con los demás que sueles justificar lo que hacen o lo que no hacen? ¿Está esta situación equilibrada o es necesario hacer algo? Como cuando cometes un error peqeuño , una comida salada, y te martirizas por ello, por poner un ejemplo. 


¿Dialogas contigo mismo como dialogas con los demás? O te sueles quedar en la superficie mientras contigo mismo le das vueltas, profundizas, analizas, incluso escribes mientras que cuando estás en familia o con amigos, o en el trabajo, surge la sonrisa fácil, sigues la broma, o dices tu opinión con la boca pequeña o quizás a gritos? -ante una crítica a una persona, crítica con la que no estás de acuerdo y no dices nada, por poner un ejemplo-. 

¿Te quedas pensando en compras, en cosas que en el fondo te das cuenta que no vale la penas perder el tiempo pero que en realidad lo pierdes porque no sabers cómo centrar tu mente en cosas importantes, que se te va la cabeza muchas veces, que hay demasiadas distracciones -darle vueltas a qué tipo de copas comprar, por poner un ejemplo- y las cosas importantes las vas dejando atrás?

¿Te preocupas demasiado por hechos, accidentes, incidentes, situaciones que no puedes realmente hacer nada pero te siguen preocupando como si en realidad sí que tuvieras algo de culpa que ocurren – un terremoto en Asia por poner un ejemplo- y que tuvieras que hacer algo pero que tampoco sabes qué.

 
¿Muestras tu afecto hacia los demás de forma espontánea y sincera o te escudas en lo amable, lo formal, lo educado o lo que siempre he hecho sin permitirte ninguna sorpresa, ninguna salida del guión, ninguna espontaneidad que te permita explotar de alegría y compartir esa alegría con los demás sin importarte su reacción? Como dar un abrazo a alguien sin ton ni son, sin ninguna razón, simplemente porque te lo pide el corazón… Por poner un ejemplo. 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s